La anemia
falciforme o drepanocitosis es una hemoglobinopatía estructural de las más
importantes y conocidas. Se caracteriza porque las personas que la padecen
presentan eritrocitos con forma de hoz. Esto ocurre por un defecto genético de
herencia autosómica recesiva en la que se produce una sustitución de un único
nucleótido en el codón 6 del gen de la ß-globulina en el cromosoma 11
(11p15.5). La sustitución es la siguiente: GAG por GTG. Esto produce un cambio
de ácido glutámico por valina en la subunidad ß de la hemoglobina, dando lugar
así a un nuevo tipo de hemoglobina diferente a la hemoglobina adulta: HbS.
Esta fue la
primera demostración de una enfermedad humana producida por una única mutación
estructural.
EPIDEMIOLOGÍA
La anemia falciforme predomina, pero no
es exclusiva, en la raza negra, encontrándose con mayor frecuencia en el Africa
subsahariana donde el gen se encuentra hasta en un 40% de la población y en
descendientes afro americanos en 8% de la población, también existen núcleos
mediterráneos en Grecia, Italia, Turquía y Norte de Africa así como en Arabia
Saudí e India.
La distribución geográfica de la anemia falciforme coincide con la distribución
de la malaria, puesto que la
presencia del gen
heterozigoto protege contra la infección por Plasmodium falciparum que
es el protozoo que produce la malaria en los seres humanos.
Los Africanos y
sus descendientes afroamericanos presentan una forma más severa de la
enfermedad en comparación con las personas asiáticas o del mediterráneo.
En España la
prevalencia ha aumentado en la última década por el incremento de la
inmigración, y en algunas comunidades se ha registrado una incidencia de 1 por
cada 5.000 neonatos.
La HbS que resulta de ese cambio presenta una característica y es que, cuando se oxigena su función es igual que la de la HbA (mayoritaria en adultos). Pero cuando se desoxigena, el bolsillo hidrofóbico de la esquina EF de la hemoglobina acomoda la cadena lateral de Val de una molécula próxima de desoxiHbS para formar largas fibras poliméricas que deforman los hematíes y le dan su forma característica. Estos son mucho más frágiles y tienen una vida media más corta. Además, al no ser felxibles, en los pequeños capilares se acumulan produciendo trombos que van a dar lugar a una sintomatología.
BASES CELULARES Y GENÉTICAS
Como ya hemos dicho, la anemia
falciforme se caracteriza por que los eritrocitos de las personas que la
padecen tienen forma de hoz. Esto se debe al cambio de Glu por Val en la cadena
ß de la hemoglobina que tiene lugar por la sustitución de GAG a GTG.
La HbS que resulta de ese cambio presenta una característica y es que, cuando se oxigena su función es igual que la de la HbA (mayoritaria en adultos). Pero cuando se desoxigena, el bolsillo hidrofóbico de la esquina EF de la hemoglobina acomoda la cadena lateral de Val de una molécula próxima de desoxiHbS para formar largas fibras poliméricas que deforman los hematíes y le dan su forma característica. Estos son mucho más frágiles y tienen una vida media más corta. Además, al no ser felxibles, en los pequeños capilares se acumulan produciendo trombos que van a dar lugar a una sintomatología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario